MANIFIESTO HARTISTA
Contra el anti-arte, el conceptualismo, la impostura y el culto al artista ególatra.
El arte es de todos.
- Estamos hartos del arte oficial y sus artistas. Los Hartistas trabajamos con nuestras manos, en y para el mundo real.
- Estamos hartos del elitismo, de que el arte sea sólo para algunos privilegiados. Queremos que el arte sea devuelto al público.
- Estamos hartos de que solo opinen “gurús” y expertos. Opinemos libremente, es tiempo de reírnos en público de los estrambóticos montajes, de las cosas pretenciosas y ridículas que los artistas, comisarios y políticos presentan como arte.
- Estamos hartos de la consigna interesada de que el arte y la pintura han muerto. Estamos hartos de que el dinero público se destine al sufragar actividades extravagantes propias de atracción de feria, que restan seriedad al arte y a los artistas que queremos trabajar con seriedad.
- Estamos hartos del anti-arte. Partiendo de una idea jocosa de Duchamp el anti-arte es hoy el arte oficial, justo el enemigo contra el que se acuñó el término. Duchamp rechazaba que sus Ready-made se tomaran como arte.
- El anti-arte no quiere convivir con el arte, necesita exterminarlo para ocupar su lugar. Los anti-artistas saben que si hay arte cerca nadie presta atención al anti-arte. Entre un buen cuadro y una lata de mierda, la gente normal prefiere el cuadro. El Hartismo es un movimiento anti-anti-arte.
- Estamos hartos del conceptualismo. Todo el mundo tiene ideas, lo que diferencia al artista es la capacidad de crear obras valiosas a partir de las ideas. La idea es un pretexto para llegar a la obra, no al revés.
- Estamos hartos de que presenten cosas que requieren de historias y explicaciones. Si esto es necesario es que no es arte. EL discurso no cambia al objeto.
- Rechazamos la idea de que el proceso es más valioso que la obra, porque el proceso sólo tiene sentido si al final hay un resultado, una obra.
- Estamos hartos de que la originalidad y la novedad sean patrones para designar el valor de una obra. El arte oficial “moderno” solo es una reiteración de formas y maneras que insultan a la inteligencia.
- Estamos hartos que los que no utilizan sus manos se auto dominen artistas. Para ser artista hay que pintar, dibujar, esculpir, no basta pensar.
- Estamos hartos de que se desprecie la tradición. Rechazar la tradición artística es rechazar la posibilidad de innovación. La tradición enriquecida por la vanguardia constituye nuestra cultura artística.
- Estamos hartos de que la critica y la Historia del arte sobre valore las vanguardias del siglo XX minimizando el hecho de que se han agotado y muerto y son mantenidas con vida artificialmente.
- Estamos hartos de que se extirpe la belleza de los discursos, la belleza es el objeto último del arte. Rechazamos que la fealdad y la pobreza técnica sean la máxima aspiración.
- Estamos hartos del sistema actual de enseñanza. El artista necesita más práctica y menos palabrería. Reivindicamos el valor del dibujo al natural como base de las artes plásticas.
- Estamos hartos de la fascinación por las nuevas tecnologías informáticas o audiovisuales. A más de 40 años del primer ordenador es una estupidez creer que hay novedad o ingenio en utilizarlos.
- Estamos hartos de la “nuevas propuestas” como la instalación, el performance, el videoarte que son una manera de esconder la incapacidad de crear una buena escenografía, buen teatro o una buena pintura.
- Estamos hartos de que se crea que somos una minoría. El Hartismo es una tendencia con vocación universal.
|